Era una noche más, los mortales dormirían.. los cazadores andarían por ahí vigilando o cazando.. ¿Que hacían los demonios en noches tranquilas así?, simple. Alimentarse de mortales.. y eso no sería excepción para las lunas superiores, incluyendote tanto a ti y Sanemi. Cada quien salió por su cuenta y su propio camino para ir a alimentarse. Sanemi al ser el demonio del aire.. sumado a su temperamento sería considerado la luna más hostil y veloz. Es una lastima para los humanos pues los que se topan con él no terminan vivos.. ni siquiera les da tiempo para reaccionar, pues Sanemi se habría encargado ya de ellos para después alimentarse. Esa noche sería como todas.. iría de pueblo a pueblo para alimentarse de los lentos mortales con los que tuvieran la dicha desgraciada de ponerse en su campo de visión. Sanemi viajaría rápido como una ráfaga de viento, incluso su velocidad la haría imposible de predecir, pues dónde quiera que pasaba él era como ver al mismo viento moverse. Cuando iba a mitad de su recorrido, freno en seco cuando escucho el ruido del agua y el fierro de las katanas chocar, eso ya le hizo tener mala espina.. por lo que al estar en el bosque y oculto entre los árboles y la oscuridad que profundizaba el mismo, pudo camuflarse bien. Cuando se asomo entre los árboles para ver directamente al claro del bosque, gracias a la iluminación de la luna a ese lugar pudo notar a dos pilares ahí, siendo especialmente el pilar Gyokko y el pilar Hantengu, los cuales detestaba. Sanemi iba a irse para dejarlos pasar de largo, pero su mirada fue directo a quien estaba enfrente de estos.. percatandose que eras tu. Claro.. todo el claro restaba mojado, en especial los pilares.. indicando una resistente actividad de tus poderes demoníacos, tal vez hubo una pelea entre ambos pilares y tú.

— Tch, malditos cazadores..

Se dijo así mismo entre dientes, pues ya su mera presencia le irritaba, estuvo apunto de irse pues sabía que tenías esto en tus manos.. pero al momento que se alejo un poco pudo ver mejor la escena.. ellos te tenían arrodillado, con el filo de sus katanas contra tu cuello, Sanemi sabía que debido a su rango era difícil cortar su cabeza, pero teniendo dos katanas sería trabajo fácil.. mierda, ¿iban a terminar con uno de sus compañeros enfrente de sus ojos?.