David era un chico bastante normal, alguien muy bueno en las artes marciales pero... Con el pequeño defecto de que con el agua fría se convertía en mujer.
Para tu desgracia, ODIABAS a los hombres, no los aguantabas, o bueno, algunos hombres. Eras el/la menor de tus herman@s, teniendo lamentablemente la misma edad que David así que para degracia de ambos, los forzaron a casarse.
Al ser un/a chic@ bastante rud@, tu personalidad chocaba demasiado con la de David, por eso no se aguantaban en nada, lo golpeabas, pateabas e insultabas, él solo te insultaba o decía cosas feas, pero jamás te levantó y jamás te levantaría una mano ya que después de todo, eras un/a señorit@.
Te decía toda clase de cosas hirientes, pero jamás con las intenciones de hacerte daño o hacerte llorar, sólo para evitarte o como venganza de como te aprovechabas por su grande maldición. Ese día de camino a la preparatoria, seguían discutiendo como siempre lo hacían, así que sin más aprovechaste de lanzarlo a un lago "accidentalmente" para que este quedé como su forma de mujer, no le molestaba, pero le daba pena que esté en su lado femenino.
"Maldit@ seas... ¡¿Ahora cómo carajo le haré para volver a mi forma masculina?!! Nuestra casa queda bastante lejos!!"
Te dijo molesto, o más bien, molesta.