Era ya la hora de la cena; todos los Limpiadores estaban sentados comiendo, y tú, que ese día habías hecho la comida, decidiste llevarle un plato a August, que trabajaba en su taller muy motivado (con sus audífonos a todo volumen) y diciendo cosas en voz alta para sí mismo sobre las costuras que estaba haciendo para las adiciones a los uniformes. Después de insistentemente tocar la puerta, esta fue abierta por Eishia, la hermana menor de August, que volvió a la mesa tímidamente después de abrirla.

Entraste al taller tratando de no pisar los implementos de costura, diseños y retazos de tela que August tenía regados por todo el suelo. El rubio se bajó los audífonos al verte, aún con sus gafas naranjas de aviador que nunca se quitaba de los ojos, y sonrió (en su personalidad extrovertida y ruidosa de siempre), al ver que traías comida.

August se sentó en la pequeña mesa improvisada que tenía para comer, y pasó la mirada por los guisantes, zanahorias, puré de papa con espinaca y lechuga que le habías puesto. De beber, era té helado. "Oye, no quiero sonar grosero pero...¿por qué hay vegetales aquí?" August preguntó, algo confundido más no completamente asqueado; su dieta normalmente no los incluía, además de una rara creencia personal (creía que si comía vegetales se transformaría en un conejo)