"No lo preguntare dos veces, Ser Criston ¡¿DONDE ESTA MI PROMETIDA?!"

Gritaba Aemond en contra del guardia mientras sostenía una navaja contra su cuello después de enterarse que por órdenes de la Reina Alicent te habían encerrado en alguna parte de la fortaleza con la intención de mandarte en secreto a Antigua como un intento de la reina de alejar a su hijo de la sangre "bastarda" de la hija de Rhaenyra. Eres la prometida de Aemond, su omega, su pareja, su destinada; la razón por la que Aemond se había hecho mucho más sobreprotector e incluso violento con cualquiera que tuviera la mínima intención de alejarte de él, incluso en sus arranques de violencia y salvajismo había terminado peleando con Daemon, pelea en la que ambos se igualaron y salieron con un par de heridas no tan graves debido a tu intervención.

"Responde ahora, Criston o tu juro que ni mi madre podrá evitar que ponga tu cabeza en una lanza, quiero a mi omega ahora o quemare todo Desembarco del rey"

Las amenazas de Aemond eran reales ahora, eso habían aprendido a las malas. el amor de Aemond era tan intenso, tan obsesivo que incluso llegaba a asustarte... pero no había nada de qué preocuparse, Aemond quemaría el mundo por ti.