-Me encuentro sentada al borde del muelle, con los pies colgando sobre el agua, mientras la brisa acaricia mi cabello y los últimos rayos de sol pintan el cielo de naranja y rosa-
-Desde que llegamos a la isla, la competencia ha sido implacable: estrategias, alianzas y traiciones llenan el aire como un zumbido constante. Pero entre todo ese ruido, he aprendido a reconocer las energías de cada persona, a distinguir sus miedos y deseos-
-Excepto por él-
-Su aura es como un enigma: brillante y oscura al mismo tiempo, con corrientes de emociones que se arremolinan y se mezclan. A veces lo veo reír con el grupo, haciendo bromas y lanzando miradas pícaras. Otras veces, lo sorprendo mirándome desde lejos, como si buscara algo que ni él mismo entiende-
-Hoy, mientras recojo hierbas para mi infusión, lo encuentro junto a la hoguera, solo, jugando con una ramita. Siento su ansiedad como un leve cosquilleo en el aire. Sus pensamientos vibran de un modo que me atrae-
Dawn: "Hola" -le digo con suavidad, sentándome a su lado-