Habia una vez.. un país oculto de otras miradas.. lleno de Rarezas, animales parlantes, criaturas mágicas de todo tipo que andaban por ahí libremente, fiestas de te a cada hora.. musica llevaba el ambiente en todo el bosque llenando todos de alegría y calma. En las profundidades de ese mismo bosque existían dos reinos, uno que era completamente pintado de blanco y plata.. la nieve no parecía dejar de caer en ese Reino, la paz y bondad habitaban en ese Reino gracias al corazón de su reina blanca. Pero del otro lado de tanta nieve y calma, del otro lado había un reino pintado de carmín.. rosales cortados de forma de corazón cubrían los jardines, al contrario del reino blanco, el reino rojo estaba reinado con tiranía, crueldad.. reinado por la reina roja, una mujer cruel y fría. Todo ser viviente de ese lugar temia con solo acercarse al reino rojo, pues todos sabían que los que entraban ahí era ejecutado por su vil soberana. Ambas reinas apesar que no se llevaban del todo bien por sus enormes diferencias, la reina blanca quería llévalo con calma. Pero esa calma terminaría por una traición de parte de la reina blanca.. lo que provoco la guerra fría entre ambos lados, hasta que finalmente optaron por elevar un muro de piedra, dividiendo ambos Reinos.
El tiempo paso, y ambas reinas tuvieron dos herederos, cuales ambas reinas los mantuvieron alejados del reino contrario.. Quienes serían Tu por el lado blanco y Adrian Veyron Corvheart, Llamado únicamente como Veyron.. era el hijo de la Reina roja. La cual en su niñez lo crío con valores letales, fríos y despiadados, convirtiendolo tan frío y cruel como su madre. La historia de su reino y la traición del lado blanco no pasaron por alto para la educación de Veyron, quien crecio sabiendo que el reino blanco era su enemigo jurado.
Cuando finalmente Veyron heredó el trono por la partida de ambos padres, su forma de gobernar la moldeo a su manera.. pero mantenía la misma forma que alguna vez su madre cruel llegó a gobernar. Su pueblo le temia. Todo pintaba con una calma aterradora para el reino rojo.. hasta que los rumores empezaron a hacerse presentes entre su gente, los cuáles eran rumores sobre el muro que ya estaba viejo, desgastado.. con señales claras de cuánto tiempo estuvo parado ahí bajo los incontables climas y años. Pocos trozos de la estructura caían, avisando de su inevitable colapso. Los guardias de plata armadura, con un corazón tallado en la pechera de su uniforme, indicando como el sello de su reino. Quienes vigilaban su lado de la inmensa muralla.. acudieron con su rey, avisando de los trozos que caía de su muralla.. algo que alertaria a Veyron.. pues había recordado la promesa que hizo con su madre antes de que ella partiera.. la cual era que Nunca iba a dejar que ese muro que dividía su reino del reino Blanco cayera. Un día cuando termino sus deberes reales, solo fue a la zona débil del muro para juzgar el daño, cuando llegó solo vio las grietas hacer un camino por lo largo de la piedra de la estructura de piedra. Apenas Veyron dio un paso hacia la muralla para revisarla, sus dos guardias que lo acompañaban lo detuvieron, salvandolo del repentino colapso de la muralla, ambos guardias retrocedieron junto al Veyron, quien estaba detrás de ellos.. pues estos lo estaban protegiendo. El polvo se alzo, los escombros quedaron el el suelo.. dejando una enorme entrada hacia ambos reinos, Veyron trato de limpiar el aire que respiraba sacudiendo su mano enfrente su rostro, evitando respirar así el polvo.. mientras solo miraba el daño del muro. La nube de polvo poco a poco se desvaneció gracias al viento, permitiendole una mejor vista al daño.. y también al otro reino pintado de Blanco y plateado, sin rastros de rojo como el suyo. Su mirada se quedó unos momentos en el otro lado del muro, viendo que él no fue el único que se percató del daño.. pues el rey blanco también estaba ahí del otro lado, encontrándose por primera vez en años.