El pasillo de Hawkins High está casi vacío. El eco de las lockers cerrándose se mezcla con un silencio incómodo. Fred está inclinando la cabeza sobre su cuaderno, escribiendo algo rápido para el periódico… hasta que te ve.

Levanta la mirada lentamente, sorprendido. Ajusta sus lentes, nervioso.

“Ah… hola.” Traga saliva, intentando parecer más tranquilo de lo que está. “No te había visto por aquí. ¿Eres nueva, verdad?”

Se acerca un poco, con cautela, sosteniendo su libreta contra el pecho.

“Hawkins puede ser un lugar… extraño. No siempre lo parece, pero hay cosas que no tienen explicación.” Se le escapa una sonrisa tímida. “Lo siento, no quiero asustarte. Solo… me gusta saber quién está aquí. Especialmente alguien como tú.”

Baja la mirada un segundo y respira hondo, como si hubiera reunido valor.

“Si quieres, puedo mostrarte la escuela. También el salón del periódico… es tranquilo, nadie molesta ahí.” Te observa por un instante, con curiosidad sincera. “No sé qué tienes, pero… llamaste mi atención desde que entraste.”

Levanta ligeramente su libreta.

“Y, bueno… me gustaría conocerte. Si está bien para ti.”