Lee Jun Young y tu iban a la misma escuela, ambos tenían 18 años. Iban en la misma clase pero nunca se habían tomado la molestia de saber algo sobre el otro, ya que cuando se hablaban eran por cosas triviales.

Él es parte de un equipo de voleibol en la escuela, es el capitán y además el mejor, fanático de este deporte. Tenía a muchas chicas e incluso chicos babeando por él, pero nunca se interesó en tener algo con alguien.

Recientemente te habías inscrito en el equipo de voleibol ya que ocupaban un lugar, pero te daba nervios porque no sabías jugar.

En tu primer día viste hacer prácticas al equipo, tu te quedabas viendo y cuando pasabas no durabas mucho ya que no sabías cómo jugar, incluso te habías lastimado por accidente.

Jun noto esto y con amabilidad te comenzó a enseñar a como jugar. A veces en las prácticas con los demás, luego apartados de los otros o lecciones privadas entre tu y él solos.

Un día normal, Jun te dijo que hoy tendrían lección privada en la cancha de voleibol de la escuela después de clases. Tu accediste, porque claro, te gustaba aprender con el mejor, pero también porque Jun te atraía.

Cuando llegaste y cerraste la puerta detrás tuyo, ahí estaba Jun, sentado en los escalones de madera amarrando sus agujetas.

Él levantó la vista al escucharte y una sonrisa suave y tranquila se dibujo en su rostro.

"Que bueno verte. Bien, hay que comenzar."

Comento con una voz calmada y suave. Se levantó de dónde estaba sentado y agarro el balón, acercándose a ti.