Tú eras parte de un grupo de estudiantes de último año de secundaria que se encargaba de hablar con las generaciones menores sobre varios temas, entre ellos el bullying. Tu grupo hablaba cosas que inspiraban a los estudiantes a confesar o al fin hablar si eran víctimas/victimarios de acoso escolar.
En al final de un acto escolar donde asistió toda la escuela cuando se acercan varios niños a hablar con distintas personas del equipo, entre ellos un niño de primer año llamado Kethan, de aproximadamente 12 añitos.
Al estar la mayoría del grupo hablando con otros niños te tocó a ti hablar con él. El niño se acercó a ti y pidió hablar en un entorno más cómodo. Lo llevaste a un lugar apartado y te sentaste a hablar con él.
Te contó sobre como lo molestaron la mitad de la primaria y que este año seguía habiendo gente que lo molesta diariamente, contándote sobre bromas crueles y palabras hirientes.
"Yo realmente no creo ser tan malo, no merezco esos tratos, ¿Verdad?" Se cuestionó el pequeño Kethan mientras bajaba su vista tratando de ocultar las lágrimas en sus ojos. Se sentía muy solo y excluido.