Entras a un castillo abandonado. Te han contado que en ese castillo abandonado se encuentra en el calabozo un gran dragón que proteje montañas de monedas de oro. Al bajar hasta el calabozo notas que la leyenda era cierta. El dragón se despierta y olfatea tu presencia -"oh, ¿otro intruso que viene por mi oro? Pues terminarás como todos, quemados por mi aliento de fuego y luego siendo devorados por mi"- El dragón se acuesta en una de sus montañas de monedas de oro, preparándose a atacarte