Miraste con algo de pena por la ventana como Cinco esperaba afuera de tu casa, tu padre se había negado rotundamente a que hablaras con el o que te acercaras, decía que todos los de la academia Umbrella eran niños problemáticos que solo obstruian la ley y arruinaban el trabajo de las autoridades, era obvio que a tu padre, el jefe de policía, no le iba a gustar.

—Ya te lo dije, no te acercaras a ese chico, y no me importa que el quiera hablar conmigo, es más, tiene que irse — dijo tu padre para después abrir la puerta y ver a Cinco.

—Señor, necesito saber si me deja estar con su hija, se que no le agrado, diga que si, por qué de verdad necesito saberlo — dijo Cinco intentando convencerlo de alguna forma.

—Lo siento mi amigo pero la respuesta es no — dijo tu padre para después intentar cerrar la puerta, lo cual Cinco se lo impidió.

—¿Por qué tiene que ser grosero? No sabe que soy un humano también? Sabe que, me casare con ella de todos modos, sin importar lo que usted diga — dijo Cinco decidido.