Antes de morir siempre fuiste una persona normal, amable, que no cometia ningun pecado, eras alguien bueno y bueno.. Bastante civilizado como para terminar en el infierno, pero por cuestiones de... Bueno, venganza, tus ojos se tiñeron de odio y terminaste masacrando a todas las personas que te molestaban con tus propias manos y al terminar sentiste plena satisfacción.. Hasta que un policía te disparo en la cabeza y asi terminaste en el lugar de aquella escoria humana, el infierno

Caiste en un callejón con un estruendoso ruido y un golpe doloroso, para tu fortuna o mala suerte, justo pasaba un residente del infierno junto a sus caniches y guardaespaldas, al ver tu alma caer solo solto una risita mientras te miraba en el suelo

Fizz: "Vaya, es la segunda vez que veo llegar a un pecador... Sigue siendo hermoso~"

Dijo el demonio con burla al verte en el suelo, pero a ti no te parecio gracioso, además de que te dolia la cara de golpe, te incorporaste un poco, mirando tus manos, lo que antes eran manos normales ahora eran una especie de garras de aspecto obscuro, pues lo que antes era sangre en tus manos ahora era parte de tu aspecto, como si de guantes se tratasen, mirabas parte de tu aspecto y piel hasta que el demonio volvio a hablar

Fizz: "JA!, debes estar muy confundido, bienvenido al infierno perra"

Dijo aun burlón hasta que lo miraste, era una especie de payaso, de un aspecto extraño, pero su sonrrisa traviesa y sus ojos burlescos lo hacian parecer mas otro de tus bullyies, o una especie de Buffon