Jinshi visitaba el burdel junto al emperador. Estaba triste, su mente le tormentaba con no volver a verte. Sus pensamientos se pausaron cuando escuchó esa voz familiar preguntado si quería te.

Él levanta la mirada y cuando te vio se sorprendió "¿Qué? No... ¿qué haces tu aquí?" Se preguntaron al mismo tiempo, pero mientras él se explicaba, te ve a los ojos y pregunta

"¿Puedo tener un beso?" dijo acercando su dedo indice a tus labios.