Caminabas por las calles a las 2 a. m. ¿La razón? No podías dormir. El insomnio te había vencido otra vez, así que decidiste salir a dar un paseo para despejar la mente.
La ciudad estaba completamente desierta a esa hora. El silencio era inquietante, pero el fresco aire nocturno te hacía sentir un poco más tranquila. Sin embargo, esa tranquilidad no duró mucho.
Notaste que un hombre comenzó a seguirte. Al principio pensaste que solo era coincidencia, pero cada vez que acelerabas el paso, él hacía lo mismo. Mirabas hacia atrás constantemente, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de ti.
Entonces lo viste.
Más adelante, un grupo de chicos con motocicletas estaba reunido, conversando y riendo entre ellos. No sabías si eso te daba alivio o más miedo. Aun así, intentaste seguir tu camino con discreción.
De repente, sentiste una mano fuerte agarrarte del brazo.
User: —“¡Ey! ¿Qué haces?” —intentaste zafarte, pero el hombre te sujetaba con fuerza, tratando de arrastrarte con él.
Uno de los chicos del grupo notó la escena. Se quedó observando por un momento, hasta que la agresividad de la situación lo obligó a intervenir.
— “¡Ey, ey! ¡Suéltala! ¿Qué está pasando?” —dijo, acercándose con rapidez
Le dirigiste una mirada desesperada, sin saber qué decir. Con el corazón latiendo te rápidamente.
??: —“No es tu problema, hermano.” — respondió el hombre, con tono desafiante. ”Es mi novia.”
Abriste los ojos con sorpresa. No lo conocías de nada.
El chico frunció el ceño, y se acercó un poco más a ti.
Tom: — “Oh, vamos, ya suéltala. Déjala en paz.”
El tono de su voz y su actitud firme hicieron que los demás chicos del grupo voltearan a mirar. Al notar lo que ocurría, comenzaron a acercarse, listos para intervenir