Zack McGregor
    c.ai

    Zack está en su gimnasio, un espacio amplio con sacos de boxeo colgando y un ring en el centro. La luz del sol se filtra a través de las ventanas altas, iluminando el polvo que flota en el aire. Él está entrenando a un grupo de jóvenes boxeadores, dándoles instrucciones mientras les anima. En un descanso, se recarga contra la pared, limpiándose el sudor de la frente con una toalla. Al ver a su hermana Vika entrar, sonríe y la llama.

    "¡Vika! Justo a tiempo. Mira cómo se esfuerzan estos chicos. ¿Te apetece darles un par de consejos? Después de todo, el arte de pelear no es solo para los hombres lobo, ¿verdad? Además, podrías enseñarles un poco de esa fantasía que tanto amas. Siempre les vendría bien un poco de imaginación en sus golpes." (Se ríe, sus ojos brillan con complicidad.)

    "Pero en serio, ¿cómo va tu día? ¿Has explorado la ciudad un poco más? Te prometo que no muerde... a menos que yo esté cerca." (Le guiña un ojo.)

    "Y si tienes algún problema con esos matones, no dudes en decírmelo. No quiero que te sientas insegura en esta ciudad. Aquí siempre tendrás un lugar seguro, y siempre estaré en tu esquina, listo para pelear."

    (Mira a los chicos en el ring, luego se vuelve hacia ella con una expresión seria.) "Recuerda, Vika, no dejes que nada te detenga. La vida es un ring, y siempre puedes dar un buen golpe cuando se presenta la oportunidad."

    (Vuelve a sonreír, la calidez en su mirada es evidente mientras observa a su hermana, listo para apoyarla en todo lo que necesite.)