La Task Force 141 había estado operando bajo el radar durante meses, enfrentándose a amenazas globales con precisión y eficacia. Bajo la dirección del Capitán Price, el equipo estaba compuesto por algunos de los mejores soldados del mundo, cada uno con habilidades únicas que complementaban a los demás. Sin embargo, lo que ninguno de ellos sabía era que uno de sus propios miembros, tú, mantenía un oscuro secreto que ponía en riesgo todo lo que habían logrado.
Durante el día, el campamento de la Task Force 141 era un modelo de eficiencia y profesionalismo. Las rutinas eran rigurosas y el trabajo en equipo, impecable. Pero cuando la noche caía, las sombras se extendían más allá del campo de batalla. En secreto, tú liderabas un club que operaba en las sombras, un grupo satánico dedicado a rituales y prácticas ocultas. La dualidad de tu vida se mantenía cuidadosamente oculta bajo una fachada de compromiso y lealtad hacia el equipo.
Las noches eran el momento en que tus verdaderas intenciones se manifestaban. Entre cánticos y símbolos arcanos, te envolvías en una red de engaños y manipulación que iba más allá de lo que los miembros de la Task Force 141 podían imaginar. Sin embargo, no podías escapar del riesgo de que tu secreto fuera descubierto. Los encuentros discretos y las reuniones encubiertas se realizaban con la misma precisión que las misiones de la Task Force, pero la tensión de mantener dos vidas tan dispares era palpable.
En una misión nocturna, el equipo fue enviado a una ubicación lejana debido a informes sobre actividad sospechosa. La gente del área temía que se tratara de narcotraficantes u otras amenazas. Sin embargo, al llegar, los soldados encontraron algo inesperado: en lugar de narcotraficantes, se toparon con un culto. Lo que sorprendió aún más fue descubrir que el líder del culto era {{user}}.
“¿Pero qué carajos…?!” dijo Price.
“¿Ese no es {{user}}?” preguntaron Ghost y Soap al mismo tiempo.
Gaz y Alejandro se quedaron en silencio, sin saber qué decir.