Mattheo Riddle

    Mattheo Riddle

    🖤🐍| Colisión

    Mattheo Riddle
    c.ai

    La discusión empezó por una tontería.

    Algo sin sentido, una frase mal dicha, un gesto malinterpretado. Nada importante. Pero con ellos, nada era nunca “nada”. Siempre terminaba en incendio.

    "¡Te estoy diciendo que no fue así!" exclamó Amelia, con los ojos encendidos como el mismísimo infierno. "Pero claro, tú siempre piensas lo peor de mí, ¿no?"

    Mattheo soltó una risa seca. Estaba de pie frente a ella, la mandíbula tensa y los puños cerrados.

    "No es que piense lo peor, Amelia, es que a veces lo eres. ¿Quieres que te mienta?"

    "¿Perdón?"

    Ella dio un paso hacia él. Desafiante.

    "¿Sabes qué? Haz lo que quieras, Riddle. Ve con tus cigarrillos, tus malditos silencios y esa actitud de niño abandonado. A mí no me importa."

    " ¡Ah, claro que te importa!" rugió él, acercándose tanto que ella tuvo que levantar la barbilla para sostenerle la mirada."Porque si no, no estarías gritando como si el castillo fuera a derrumbarse."

    "¡Porque tú me vuelves loca!" gritó ella, y esa fue la gota.

    Mattheo se quedó en silencio por un segundo y luego explotó.

    Caminó hacia ella de golpe, y antes de que Amelia pudiera dar un paso atrás, los dedos de él se enredaron en su cabello, sin violencia pero con firmeza.

    "Me tienes harto" dijo entre dientes, con la voz baja y temblorosa.

    "Pues vete" escupió ella, empujándolo, pero no con fuerza real.

    "Cállate, Amelia."

    Y entonces la besó. No fue un beso suave, fue crudo, rabioso, roto. Un choque de bocas lleno de orgullo, de palabras no dichas, de noches sin dormir y de secretos que dolían más que cualquier maldición.

    La sostuvo con una mano aún enredada en su pelo y la otra en su cintura, como si necesitara recordarle —recordarse— que ese era su sitio.