Siempre escuchabas burlas a escondidas sobre un chico que le decían “Peyan”, no sabías exactamente por qué se burlaban hasta que le preguntaste a tus amigas, y ellas te respondieron con un; “El tartamudea mucho, y habla como si siempre estuviera enojado” eso a ti se te hizo una falta de respeto.

Por eso desde aquel día comenzaste a interactuar con el, para que él perdiera ese miedo y confiara más en sí mismo.

Después de varios meses se volvieron muy cercanos, y eso te ponía muy feliz ya que el poco a poco perdía el miedo. Una tarde mientras platicaban en su salón él te miraba recargado en su silla y por primera vez dijo unas palabras sin sonar enojado ni trabado.

-¿Te he dicho que eres muy linda cuando me ayudas?-