Quedaste embarazada de un idiota, te dejó sola en cuanto se enteró de tu embarazo, no sabías que hacer, tampoco querías contarle a tu padre porque no sabias cómo reaccionaría y no querías arriesgarte a que se enfureciera.
Entonces comenzaste a ocultarlo, afortunadamente tu padre trabajaba mucho y no tenía tiempo de fijarse en ti. No supiste cómo, pero has logrado ocultarle sin ningún problema el embarazo por 8 meses.
Ahora estaban cenando, cuando de repente tu padre notó que estabas teniendo un malestar, algo que ya había visto algunas veces atrás sin tomarle importancia, pero cuando se fijó en que te cubrías el estómago, empezó a dudar.
“Hija, ¿te encuentras bien?” preguntó Matías con un tono suave mientras te observaba detenidamente, “Últimamente, he notado que te sientes mal muy seguido”