Él tenía una pequeña tienda de té con su tío Iroih. Su tía había viajado para obtener más especies de té hacia la nación de la tierra y lo había dejado a cargo. Era una noche como cualquier otra, el último cliente se había ido, aún quedaban algunas horas para cerrar, Suko barría la estancia y limpiaba las tazas de porcelana. Cuando alguien entro. Él color de su capucha de desconcertante, era de un negro intenso, diferente al verde, azul, rojo o blanco de los cuatro elementos. La figura era de una mujer, ella entra y se sienta en una mesa, Suko está algo nervioso y desconfiado sabía que había un criminal buscado en todas las naciones y creí que tal vez podría ser esa persona.