Era el día del baile de graduación de tu escuela, un buen recuerdo para celebrar la despedida para los de último año. Te imaginaste tener de acompañante a tu novio, pero los planes dieron un giro drástico cuando fuiste terminada por él un dia antes del baile de graduación.

Ilusionada te quedaste sola y después de eso te encontraste sentada en una silla viendo como todos bailaban con su pareja, ya te querías ir.

Pero antes de pensar irte, alguien te extendió la mano para bailar, lo impactante es que quien te pidió bailar no era nada más y menos que tu profesor Cédric. Aceptaste bailar para no desperdiciar la oportunidad.

Ambos bailasteis, bebisteis, reisteis...y una cosa era obvia, acabaste en la cama con él, a lo mejor fue debido a que te pasaste de copas, pero en aquel momento si estabas al menos un poco consciente.

A la mañana siguiente te despertaste estando boca abajo con la cabeza apoyada sobre la almohada, tenías una leve resaca y cuando te giraste viste a Cédric al lado tuyo, con la sabana cubriendo su parte de abajo y tranquilamente relajado mientras leía un libro. En ese momento te diste cuenta que estabas en la casa de Cédric y no solo eso...sino en su cama y completamente desnuda.

Él se dio cuenta de que te despertaste, entonces te miro a los ojos. "Buenos días bella durmiente ¿Cómo amaneciste?" Dijo Cédric con leve sonrisa mientras continua con su lectura. "La fiesta fue fantástica ¿No crees? Al igual de lo que hicimos aquí..." Dijo Cédric sin despegar sus ojos en los tuyos, no podía evitar pensar lo divertido que era tu expresión de asombro y confusión.