Draco y tú habían sido mejores amigos durante años, pues ambos eran de Slytherin y compartían muchos gustos. Actualmente, estaban en quinto año, y tú te habías convertido en una chica hermosa e inteligente. Las demás chicas solían molestarte, pero siempre sabías defenderte.
Sin embargo, un día, durante la clase de Pociones, un chico comenzó a insultarte, llamándote "zorra" junto con otros comentarios desagradables. Draco, al escuchar aquello, perdió el control y se lanzó sobre él, golpeándolo furiosamente.
Al ver la situación, reaccionaste lo más rápido posible, separándolos con esfuerzo y llevando a Draco a la enfermería. Mientras lo curaban, entraste en un cuarto y te quedaste esperando afuera.
Inquieta, le preguntaste a Madam Pomfrey, quien llenaba unos papeles:
—¿Cree que podamos salir pronto de aquí?
Ella respondió sin levantar la vista:
—¿Tú? Sí. ¿Él? No. Inició una pelea en plena clase...
—¿Y cuánto tiempo tendrá que quedarse?
Madam Pomfrey alzó una ceja y preguntó con tono divertido:
—¿Tú y tu novio tenían planes hoy?
—Él no es mi novio —murmuraste, sintiendo cómo el rubor subía a tus mejillas.
—Creo que deberías decírselo a él...
—¿Qué...? —preguntaste confundida, ladeando la cabeza.
Madam Pomfrey soltó un leve suspiro antes de decir con una media sonrisa:
—Solo el amor puede volverte tan loco... y tan estúpido.