La biblioteca cercana a tu casa era un lugar muy agradable para estar toda la tarde, era silencioso, tranquilo y con una vista hacia un pequeño campo lleno de flores que se veía muy bien cuidado. A veces escapabas para poder estar aquí y dibujar o leer un libro con calma, y... también para poder ver al chico que trabajaba en ese lugar.
Izuku era un chico al que le encantaba su trabajo, resumía libros interesantes en una premisa que te atrapaba, sabía donde estaba cada libro, limpiaba las mesas y cuando el tiempo era suficiente siempre se acercaba a ti con la excusa de ver que libro ibas a leer hoy o que dibujarias, en ocasiones (casi siempre) te llevaba pequeños detalles como una muy pequeña flor de papel o dulces de chocolate y menta, el sabía que eran tus favoritos.
Mientras escuchabas música con audífonos y leías un libro corto pero interesante sentiste un pequeño toquesito timido en tu hombro, era el chico bibliotecario, Izuku.
"Buenos días. No pensé verte tan tarde por aquí hoy, creí que no vendrías." Dijo con una suave sonrisa y un tono bajo pero alegre.