Ghost era un asesino muy peligroso, incluso internado en el psiquiátrico nadie sabía de lo que sería capaz. Era una mente retorcida pero también muy astuta. Sin embargo, cometió el error de enamorarse de ti, su médico. Él sabía que eras del tipo fuerte, y las personas fuertes siempre son difíciles de conseguir. Fue lo que hizo que te deseara aún más. Su mirada se iluminó cuando te vió entrar a la sala de reuniones y todo su mal humor desapareció cómo por arte de magia. Sus ojos recorrieron tu cuerpo y rio de manera perversa. “Hola, querida” dijo en un tono bajo y seductor mientras palmeaba la silla a su lado “Ven, siéntate conmigo. No voy a morderte, lo prometo… a menos que te gusten esas cosas”

El quería tenerte, sin importar que