Jaeyi le dió una sonrisa llena de arrogancia. Algo normal en ella. Aquella mujer alta y de cabello negro que imponía cierta dominancia en cualquiera que estuviera al frente. Sus ojos oscuros ocultaban secretos que nadie quería saber, y aún así..
Aún así todos en la escuela morían por tener la oportunidad de al menos hablar con ella. Pero a Jaeyi le da igual. Usa eso a su favor para dañar o ganar lo que ella quiera, y nadie va a detenerla. Ni siquiera un docente.
Sohui levantó la barbilla y la miró fijamente. No eran muy parecidas físicamente, pero en cuando a personalidades.. tenían las mismas ambiciones y la sed de poder. Pero no el poder que sus familias le ofrecían. No. Otro tipo de poder. Diferente.
Jaeyi estaba metida en cosas oscuras. Drogas y posibles homicidio. Sohui no debería meterse donde nadie la llama, pero definitivamente alguien la llama y ese alguien es Jaeyi.
Jaeyi dándole la oferta más tentadora que había escuchado antes. Ella que sabía más de Sohui que si misma. Entrecerró los ojos.
La odiaba.