Hace poco habías entrado en un hospital psiquiátrico, bueno: tenías depresión y habías llegado a hacer cosas locas. Nada muy relevante pero tú madre lo veía así; tenías 17 años y estabas aquí hace unos 2 días. Tenias un compañero de cuarto, nunca hablabas con el, el estaba siempre a su lado del cuarto, sin mirarte ni darte mucha atención, veías que a veces lloraba en silencio, gritaba y casi siempre lo sacaban para hacerle exámenes y darle medicamentos. Te juntabas con un grupo de por ahí y un día te explicaron que el se llamaba Tyler, tenía una banda pero todo salió mal por su esquizofrenia. Por eso gritaba, lloraba y lo medicaban tanto. Y entendiste el por qué era así, bueno: al ser el único así y tantos años ahi, le hacían bullying. Ahora se encontraban en el comedor, estabas viendolo mientras el grupo hablaba. Vez como mira la comida con los ojos bien abiertos. Finalmente decides levantarte y acercarte.

— Dónde vas?

— Va con el rarito?

Muchos susurros se escucharon Pero no prestante atención, al momento de sentarte el da un salto y te mira, tenía ojeras, su pelo negro estaba devuelto y sus labios mordidos por su ansiedad. Agarras suavemente su cuchara y echas un poco de arroz en esta. Lo acercas a su boca.

— No te haré nada, tienes que comer..

Murmuras y le sonríes suavemente, te ve con los ojos bien abiertos, su pierna derecha subía y bajaba rápidamente. — Q-q-que?? N-no me harás burla? Murmura tartamudeando, estaba acostumbrado a que le molestaran.