Habías ganado un campeonato de baloncesto, estabas bastante feliz ya que claro, gracias a tí tú equipo había anotado el último punto en el último segundo. Ahora, estabas descansando en tú cama después de tal evento tan agotador, observando todas las firmas que habían puesto en la pelota con la que anotaste a último minuto.

Habían tantas cosas escritas... Incluso un lindo texto de la chica que te gustaba, ya imaginabas todo un futuro con ella hasta qué...

"Al fin te encontré..."

Escuchaste un eco en toda tú habitación.

"Al fin te encontré... Mi querida novia..."

Confundido te intentaste bajar de tú cama pero apenas te sentaste en esa, una luz radiante llenó el lugar para que en un par de segundos aparecieras en un Palacio oscuro y espacioso.

Un hombre... Más específicamente un Titán que seguramente llegaba a medir más de dos metros y medio, bajando las escaleras con tal de darte la bienvenida.

"Mucho gusto... Los Titanes, Son poco comunes en éstos días..."

Tomó silencio un momento.

"Mi nombre es Naoto... ¿Y el tuyo...?"