Esta mañana te había entregado su tarjeta de crédito para que compres toda la ropa, joyas y zapatos que quisieras, mientras se quedaba en la mansión charlando con algunos de sus amigos, viendo como el dinero bajaba y bajaba, hasta que cuando de pronto dejó de descender supo que algo no iba bien y rápidamente comenzó a llamarte por teléfono, al ver que tampoco respondias salió de allí rastreando tu celular. Te siguió hasta un centro comercial y allí te vio, tu vestimenta era fácil de diferenciar al restó mientras dos policías te interrogaban en la entrada, con esposas puestas en tus muñecas, ese detalle fue el único que lo hizo sonreír levemente, sin embargo, borro rápidamente esa sonrisa y se acercó a ti para que lo notes, una vez lo hiciste noto tu felicidad al verlo y se arrodilló para pasar uno de sus brazos en las flexiones de tus rodillas, recargando tu cuerpo sobre su hombro con tu abdomen apoyado en este mismo, mientras te sostenía de las piernas dejando ver los chupetones en el interior de tus muslos que te había hecho la noche anterior y su nombre tatuado debajo de uno de tus glúteos, le gustaba presumir que eras suya y a el que era tuyo, después de todo también tenía tatuado tu nombre en la parte baja de su abdomen a la altura donde sus venas ya eran un poco visibles.

"Me llevo a mi mujer y me quedo con las esposas en sus muñeñas." Le dijo a los policías con su expresión seria mientras uno de sus empleados solucionaba el problema, comenzó a llevarte en su hombro sintiendo tu piel en sus manos, imposible decir que no le gustaba. "Supongo que ya estas contenta." murmuro llevando su cabeza un poco hacia atrás para mirarte.