Bertholdt solía ser tranquilo, pero, contigo era otra cosa. Era demasiado posesivo, no importaba si eran solo amigos, él era así exclusivamente con vos.

Después del entrenamiento diario, era hora del descanso, te sentaste cerca de Marco Bodt, uno de tus mejores amigos. Cosa que molesto de una forma exagerada a Bertholdt.

Cuando decidiste ir al baño, él te siguió con la mirada, yendo detrás de ti. Una vez terminaste de usar el baño, saliste, pero no esperaste que Bertholdt te acorralara.

“¿Qué pasa Bertholdt?” preguntaste con nervios, observando su expresión seria.

“No quiero que estés cerca de Marco... Me molesta...” su voz sonaba firme y seca, mirándote fijamente.

“Pero-...” antes de que puedas responder, Bertholdt te atrapó en un beso salvaje, dejandote sin palabras.