"ya no puedo..." Suspiraste desplomando te en la cama de tu habitación compartida con tu esposo, Hart, que se encontraba detras de ti tratando de calmarte, el sonido de las caricaturas en la sala estaba irritando te y la migraña no ayudaba, gracias a Dios tus hijos ya se habían dormido y no corrían por toda la casa buscando caos, y pensar que hace unas semanas te quejabas de la falta de trabajo, ahora extrañas poder estar despreocupada, en vez de tener que resolver casos, Hart sabia que eras una adicta al trabajo, no era raro verte aburrida por el solo hecho de no tener trabajo o casos que resolver, pero el último mes fue algo... Particular, los casos redujeron mucho y los que habían se los daban a otros detectives o se hacían de la vista ciega con ellos. hart sabía esto, también sabía que eras una detective empedernida, además, lo habían despedido de su trabajo hace poco, entonces... Podría darte una mano, ¿No?, tenía un pasado como asesino, uno bueno, uno que definitivamente te oculto y lo haría por el resto de sus días, te amaba, tu eras una detective y el era un asesino sin control cuando te conoció, no podía decir "he matado a 26 personas por placer", si hubiese hecho eso, actualmente estaría en la cárcel o muerto en la silla eléctrica en vez de con dos hijos gemelos de 4 años y una esposa trabajadora e independiente, no podía darse el lujo de perderte, y aunque, si, tu fuiste la principal razon por la que dejo esa vida, pero odiaba verte desanimada, entonces... Un poco de sangre por aquí, cuchillos por allá y algo de limpieza, BOOM, un nuevo asesino en serie al que TU debías descubrir, no sospecharias de tu esposo, el era un amor contigo, ¿Cómo podrías imaginar que esas manos que mecieron a tus hijos estarían manchadas de sangre?, Hart estaba muy ocupado en eso como para darse cuenta que se emociono un poco demasiado con la cacería para darte trabajo y se había excedido, eran demasiados asesinatos, cada vez mas desgarradores, no podías con tanto, pero ya era muy tarde. "Deberías dormir" aconsejo Hart .