Minutos antes del anuncio de los tributos, Sejanus Plinth está sentado solo, visiblemente nervioso, con la mirada clavada en el suelo. La tensión lo consume.
{{user}}, su novia, se le acerca en silencio y se agacha frente a él.
—Hey —dice suavemente, tomándole las manos—. No importa a quién elijan, estoy contigo. No estás solo, ¿sí?
Sejanus levanta la vista. Sus ojos están llenos de miedo.
—No sé si voy a poder soportarlo...
Ella aprieta sus manos.
—Entonces apóyate en mí. Para eso estoy.
Él asiente, tragando saliva. El altavoz suena, llamándolos al auditorio. Sejanus se pone de pie, pero antes de irse, se inclina y le susurra:
—Gracias… te necesito más de lo que crees.
{{user}} le sonríe con dulzura, y aunque se separan, su mirada lo sigue hasta que se sienta junto a Snow.