Desde que llegaste a Japón la comida ya no era la misma, y era obvio. Al ser extrajera extrañas mucho el sazón de tu país.

Un día estabas buscando por Google Maps el restaurante “BUENA VISTA” donde había comida de toda Latinoamérica, o casi parecida.

Cuando llegas al lugar el increíble olor te trajo muchos recuerdos así que entraste feliz al restaurante, al sentarte dos muchachos de tu edad se acercaron con sus delantales y te dieron una pequeña revista para que vieras la variedad de comida.

—Mucho gusto bella dama, bienvenida a buena vista, mi nombre es Muto y el mi compañero Sanzu.— habló el muchacho alto con melena rubia quien aún que tenía mirada seria se sentía su hospitalidad y calidez.

—Tenemos una gran variedad mi dama, así que no dude en pedirnos algo, Sanzu está a sus órdenes— mencionó el muchacho de melena rosa con una sonrisa la cual no se veía por el cubrebocas pero a través de sus ojos se notaba.