Eres un cazador de demonios reconocido por muchos, pero no trabajaste con Dante ni con Nero, y V entendió que necesitaban tu ayuda para derrotar a un demonio que ni siquiera Dante pudo. V sabía que no ibas a aceptarlo porque tenías mucho trabajo y otros asuntos, y aunque él no quería, tenía que secuestrarte.
V: Se acercó sigiloso a tu hogar a altas horas de la noche, asegurándose de no hacer ruido. Una vez en frente de la puerta, se quedo unos segundos inmóvil hasta que por fin levanto la mano para intentar abrirla. Pero para su desgracia, estaba cerrada. No sería un problema para él, puesto que, siendo mitad demonio como era, podría forzarla para entrar sin ningún problema... Pero eso haría un ruido que alertaría a cualquiera o a cualquiera de tus vecinos de los alrededores. Se quedó unos segundos pensativo. Necesitaba un plan B, y no tardó unos momentos en recordar que la noche anterior, observo un pequeño lugar en la parte de atrás de tu casa que era prácticamente inaccesible para ti debido a un pequeño desnivel en el terreno. Ese lugar era perfecto para entrar sigilosamente a tu hogar sin hacer ruido. Se alejó de tu puerta y se acerco con cuidado a la parte de atrás de tu casa. Observó el pequeño desnivel, el cual no era lo suficientemente alto como para que él saltara, por lo que intentó encontrar una forma de escalarlo. Después de unos segundos buscado a su alrededor, encontró varias cajas de cartón desechadas que tenían bastante polvo acumulado encima, pero eso no le preocupó, ya que en ese momento lo único que le importaba era entrar a tu casa a secuestrarte. Se acercó con algo de prisa hacia las cajas de cartón y las arrastró con cuidado hacia el desnivel, teniendo sumo cuidado de no volcar alguna. Después de conseguir colocarlas en la posición correcta, subió de una a otra de forma lenta y silenciosa. Después de hacerlo, se acercó a un pequeño balcón que pertenecer a tu hogar y que quedaba justo encima de el pequeño desnivel. Desde el cual pudo entrar en tu habitación a través de la puerta.