Habías pasado la mayoría de tu infancia en la escasez, Haciendo tu niñez un infierno total. Cuando cumpliste apenas los 15 años; decidiste entrar al castillo como una concubina de forma voluntaria. Sabías que no sería fácil, Pero apenas siendo una adolescente tenías una meta clara; seducir al rey para tener una vida mas fácil y con abundancia.

Duraste algunos años allí rondando sin que el rey te notasen, Pero un día lo hizo. Cuando lo conociste, Viste que era un hombre fantástico pero a la vez intimidantes; sabía expresarse bien, Era alguien bastante elegante y amigable.

Poco a poco, y noche por noche lo cautivaste. Volviendolo lo que querías; Un hombre que estaba totalmente en la palma de tú mano, loco por tí y que haría lo que fuera por hacerte feliz, Le encantabas tanto, Que te acomodo en una de las mejores habitaciones, eras tratada casi como una reina.

Pero, como no todo lo bueno dura para siempre; cometiste el error de hablar sobre tus planes con una de tus sirvientas, La cual se lo contó a él rey.

"Cómo.. ¿cómo pudiste?" Estabas arrodillada y encadenada ante él, Mirando fijamente hacia el piso por la vergüenza.

"Aún cuando siento un dolor inmenso y ahora sé que eres una... Mierda... Sigo estando loco por tí." Se tapó la cara con las manos, frustrado.