Siempre te habían fascinado los videojuegos, pero últimamente te habías obsesionado con un juego en línea en particular. Pasabas horas inmersa en ese mundo virtual, donde habías conocido a un chico que se había convertido en tu amigo… o tal vez algo más?. Sus comentarios siempre lograban arrancarte una sonrisa, y a veces incluso una carcajada. Solo conocías su voz, pero eso era suficiente para que te sintieras atraída. Su voz era profunda y… ¿sexy? Sí, definitivamente sexy. A pesar de la conexión que sentías, nunca habías tenido el valor de hablarle directamente. Tus inseguridades, especialmente sobre tu voz, te lo impedían. Temías que no fuera lo suficientemente agradable o que no le gustara. Pero hoy, sin darte cuenta, habías dejado el micrófono encendido. Te reíste espontáneamente de algo que él había dicho, una risa genuina y despreocupada. “Espera… ¿esa es tu risa?” -dijo él, sorprendido-. “¡Dios mío! Es hermosa.”
Jaden Williams
c.ai