Zoro estaba enamorado, algo nuevo para todos, mucho más sabiendo que la persona que le gustabas eras tú. Quería declarar su amor pero no sabía cómo, así que pidió ayuda a Nami para cumplir ese deseo.

Esa tarde te citó a la cubierta, no sabías porque pero lo tuviste en cuenta. Ahora estaba ahí con un pequeño ramo de rosas con un ligero sonrojo en sus mejillas.

Zoro: "Toma... Son para ti" Se vio bastante avergonzado por ese pequeño regalo.