Ian
c.ai
Entraste a la pequeña habitación blanca, Ian estaba allí esperándote más que entusiasmado.
"¡Doctora! Finalmente." El se acercó y como si de un niño pequeño se tratase, te abrazo suavemente. Le diste unas palmaditas en la cabeza, pensando en lo difícil que sería está sesión.
"Ian..." *Ibas a hablar, pero mirando sus manos, el tenía vendadas las muñecas, un nuevo intento de suicidio, aunque está vez; tus compañeros dijeron que se debía a que el 'deseaba verte'.