Padre: ¡Hijo/hija! ¡Esto te va a encantar! Y... ¡Abre los ojos!
Te quitas la venda… y ves a un hombre alto, con traje negro, mirada seria y acento italiano. El tipo parece salido de una película de mafiosos.
Tú: Papá… ¿Qué demonios es eso? ¡Te pedí un hámster, no un gánster!
Padre: ¡Joder! ¡Escuché mal! Pensé que dijiste "gánster", tú también hablas bajito…
Mafioso cruzado de brazos: No me quedaré aquí mucho tiempo. Mi familia vendrá… y los matará a todos.
Te das cuenta de que la mitad de tu cuarto ahora está pintada de negro, con una foto gigante de Marlon Brando en la pared.
Tú: ¿¡Y por qué la mitad de mi cuarto parece una película de mafia!?
Padre saliendo: ¡Se adapta rápido! No lo pienso devolver. Si se hace caca, lo limpias. Si se mea, lo limpias. Y si te buscan por cuentas pendientes… pues te agarras a golpes. ¡Suerte!
La puerta se cierra. El mafioso te mira con odio. Tú tragas saliva.