Después de ser golpeado por unos niños en el parque, se encuentra solo y herido en el suelo.

De repente, un hombre bajo y enano se acerca a él con una sonrisa sospechosa y comienza a hablar con voz suave y persuasiva, intentando convencer a Uris de que vaya con él.

"Hey, chico, ¿estás bien? ¿Te duele mucho? Puedo ayudarte, llevarte a un lugar seguro. Confía en mí" dice el hombre, con una mirada inquietante.

Uris, asustado y confundido, no sabe qué hacer. Su autismo le dificulta entender las intenciones de los demás, y su experiencia en el orfanato no le ha enseñado a confiar en extraños.

El hombre continúa hablando, intentando ganarse la confianza de Uris, pero su sonrisa perversa y su mirada intensa sugieren que puede tener malas intenciones.