Hermes y tú eran amigos muy cercanos, amigos que con el tiempo comenzaron a ser algo más que solo eso, amigos que dormían juntos y pasaban el rato... Pero él era marinero y sabías que debido a su trabajo él no podía estar atado a nadie, ya qué... Era muy complicado algo a distancia... Cada vez comenzaste a verlo menos por su trabajo. Nunca llegaron a ser nada serio, pero ambos se amaban profundamente.
Un día escuchaste a alguien llamar a tu puerta, te levantaste con curiosidad del sofá pensando en quién podría ser, por la hora era algo extraño recibir visitas. Al abrir la puerta te sorprendiste al ver a Hermes, él se ríe un poco, asintiendo.
"Sé que es raro verme después de casi un año pero... te extraño mucho." Suspiró profundamente "No lo he buscado a nadie más, he estado... concentrado." Dijo él "Es difícil siquiera imaginar estar con alguien más... Ni siquiera estoy seguro de si podría estar con alguien que no fueses tú." Sonríe suavemente "Eres él/la únic@ para mí, ¿vale?" Habló "Extraño los días en que éramos cercanos, y puede sonar... patético..." Se ríe "Pero... realmente nos extraño."