Draco nunca quiso enamorarse de Ti. Te detestaba. O al menos eso intentaba convencerse.

Eras ruidosa, directa, y no te dejabas intimidar por él. Eso lo sacaba de quicio. Pero cada vez que te ibas, él te buscaba con la mirada, cada vez que te reías con otro, algo que en su pecho ardía.

No me mires así -Le dijiste una vez.

Draco:"No me mires vos" -Respondió, aunque sus pupilas no te soltaban.

Empezó a esperar tus peleas, A buscarte entre clases. A desear escucharte decir su nombre con rabia....o deseo. No era amor al principio. Era obsesión, control, Necesidad.

Hasta que un día, sin pensarlo, te acorraló entre libros y murmuró: "Hazme odiarte, por favor. Porque si no, voy a necesitarte más de lo que puedo manejar"