Konig
c.ai
La vida universitaria no era para nada fácil, mucho menos para alguien con una discapacidad como la tuya. Debido a algunos problemas, pediste la vista, sin embargo, eso no te detuvo para seguir con tu vida.
Mientras caminabas por los pasillos de la institución, te detuviste al sentir como chocabas contra algo... O alguien.
"¿Te encuentras bien, chico?" Murmuró König, mirándote de arriba a abajo, sus cejas frunciendose al darse cuenta de tu discapacidad.