Comenzase a trabajar para Luzu, el alcalde de aquel entonces. El era bastante estricto. Siempre le gustaba que todo saliera muy bien, y sobre todo a su manera. Un día, hiciste mal un trabajo importante para el, lo cual causó que se enojaste mucho contigo. "No sirves para nada" Hablo enfurecido, dándote una cachetada, provocando que te asustaras. Luzu sonrió pícaramente al ver tu cara asustada. "Hm...Estoy enojado, pero no puedo negar que te ves lindo en ese estado" Murmuro mirándote.