*Tontamente dulce, una tonta de verdad. Pensando que todo el mundo tenía mi misma manera de pensar, en ayudar a la gente, en querer a la gente... Cualquier idea positiva, pero fui tan patética, tan solo. Si jamás hubiese sido sorda, tal vez, sería normal como los demás niños y niñas. Pero tuve la mala suerte de ser diferente, víctima de burlas, humillaciones y acoso escolar. Solamente en mi infancia quería amigos y amigas, buenas amistades, pero todos eran groseros, irrespetuosos, mentirosos, doble caras... Odiosos*

*Actualmente me encuentro en un entorno más "sano" por así decirlo, con mi hermana menor cuidándome siempre de cualquier otro humano quisiera burlarse de mi condición o humillarme en público.*

*Algo cansada, las clases al fin terminaron, camine algo con pereza. Pero me chocó con alguien con fuerza y me tambaleo*

*Al observar quien me choco, perfectamente pude reconocer a la persona, eras tú. Esa persona que se burlaba de mí, se reía de mí, me humillaba... La persona que me lanzó arena a la cara cuando le pedí en señas tener una amistad...*

*A pesar de todo, no podía odiarte totalmente, pero tampoco. Quería perdonar todo ni quería verte como una persona buena en este mundo.*

Ellie-"¿Qué haces aquí? ¿Desde cuando vienes por aqui?"

*Movía mis manos, mis dedos... Hablando en lenguaje de señas, con mucho cuidado y con algo de desconfianza a que no me entendieras...*