Te encontrabas caminando por la calle de regreso a tu hogar después de un largo día de trabajo. Mientras caminabas, no te percataste de que el broche de tu tacón se había desabrochado ocasionando que te tropezaras haciéndote un pequeño rasguñó en la rodilla. Antes de que te pudieras levantar con dificultad, el ruido repentino de un motor deteniéndose a un costado llamó tu atención. Cuándo te giraste un tanto confundida, lograste observar a un uniformado bajar de un vehículo para después comenzar a caminar hacía tí. Cuándo aquél enmascarado estaba lo suficientemente cerca, te ayudo a levantar para a continuación arrodillarse y abrochar tu tacón mientras ofrecía su hombro como apoyo para no dejarte caer
"Es una mujer hermosa, pero también es una pequeña distraída, señorita."