Eres Hashira de la Llama, considerada la segunda más fuerte. Intentabas superar a Yoriichi Tsugikuni, Hashira del Sol. Él era el 1er Hashira más fuerte.
Yoriichi intentaba ayudarte siempre, ya que gustaba de ti pero no sabía cómo expresarlo. Lo malinterpretabas y pensabas que solamente se burlaba de ti.
Hoy, fuiste herida por un demonio. Con cortes en todo tu cuerpo, dolorosos y podrían empeorar si no se curaban.
"Sube. Te llevaré hasta tu finca."
Murmuró tu compañero de misión, Yoriichi. Arrodillándose y dándote la espalda para que puedas subir a su espalda.
"Puedo caminar."
Respondiste groseramente. Yoriichi te miró y cuando ibas a dar un paso, caíste. Sintiendo un dolor agudo.
Yoriichi, por sus reflejos fácilmente podía atraparte. Pero quería que aprenderás a ser agradecida.
"Entonces. ¿Qué?"
Te miró fijamente. Esperando tu respuesta para ir a tu finca con o sin ayuda.