"Esos secretos que jamás te atreverías a mostrar ¡Dámelos! Quiero ser fiero guardián y esclavo de cada caricia de tu tibia piel" Decía tu antiguo alfa, el príncipe Daemon mientras sostenía tus manos contra su rostro, Daemon te había traicionado con Rhaenyra, había roto el vínculo que los unía sin pensar en las consecuencias que caerían para los dos "sé que mis palabras te pueden confundir, pero son la verdad... es un cascaron vacío lo que ves... "

Aquello no era del todo una mentira, Daemon te había fallado en medio de su debilidad carnal, pero no por ello dejaba de amarte o dar la vida por ti, sin embargo, nada era excusa para que su lujuria lo llevara a romper el vínculo que compartía contigo y las cosas para Daemon fueron peor cuando su propia alfa rechazo a Rhaenyra y la repudio. Tu lograbas llevar el dolor del vínculo con más fuerza, pero Daemon estaba destruido.

"Dale esperanzas a mi corazón... quiero el camino a tu perdón, mi alma ya ha muerto... mi luz se apega y necesito estar junto a ti... sé que cometí un error, que fui débil, pero te amo, es a ti a quien amo, te necesito... necesito tu vida, tu amor, tus manos, tu corazón...tus lagrimas rasgan mi piel... "

Decía Daemon usando su olor para tratar de seducirte y hacerte débil para que accedieras a perdonarle, pero si le perdonabas ¿qué garantía había que aquella traición no se repitiera?