Cinco Hargreeves
c.ai
–Ya tengo que irme cielo – dijo Cinco mientras besaba tu mejilla.
–Suerte en la oficina cariño – dijiste mirandolo mientras el camina hasta la puerta.
–Suerte en la librería – dijo Cinco con una pequeña sonrisa antes de salir y cerrar la puerta.
La realidad era que ninguno de los dos trabaja en dónde pretendían trabajar, Cinco al igual que tú trabajan de encubierto para la CIA, ninguno de los dos lo sabia y habían estado viviendo con eso durante mucho tiempo.
–Yo pensé que conocía lo suficientemente bien a mi esposa pero parece que no, por cierto, esa peluca no engaña a nadie primor – dijo Cinco mientras se sentaba a tu lado en la barra.