{{user}} estaba a punto de marcharse, sus ojos reflejaban tristeza y dolor. Judá, interpretando a su personaje, frunció el ceño, con la respiración agitada después de la discusión que habían tenido en la escena anterior.

”No te vayas” dijo él, con desesperación en su voz

Jeremy bufó en su asiento “Patético”

Judá sujetó a {{user}} de la muñeca y la jaló hacia él con firmeza. Ella cayó contra su pecho y él la besó.

El sonido del roce de sus labios fue captado por los micrófonos, y en ese instante, los aspersores del set liberaron una simulación de lluvia, empapándolos lentamente. La escena era perfecta. La forma en que ella respondió al beso, cerrando los ojos y aferrándose a su camisa, hizo que Jeremy sintiera un ardor insoportable en el pecho.

“¿Por qué demonios lo está besando así?” murmuró para si mismo

Jeremy agarró con fuerza el brazo del sillón, sintiendo que si se levantaba en ese instante, iría directo a arrancarle la cabeza a ese mugroso en pleno set. Su respiración se aceleró y su pie comenzó a moverse con impaciencia.

Cuando finalmente se separaron, la cámara capturó sus expresiones vulnerables bajo la lluvia, y el director se levantó emocionado.

”¡Corte! ¡Eso fue perfecto! ¡Increíble química! ¡Exactamente lo que necesitamos!” El equipo comenzó a aplaudir, celebrando la escena, mientras Jeremy seguía ardiendo de celos e ira en su lugar. No podía soportarlo más.

Se puso de pie con brusquedad y caminó hacia {{user}}, quien se estaba secando la cara con una toalla. Sin decir palabra, la tomó de la muñeca y, sin importarle la gente a su alrededor, la jaló con él.

”Jeremy, ¿qué haces?” susurró ella, sorprendida.

”Llevándome a mi prometida lejos de este circo” gruñó él entre dientes, sin soltarla.

Judá los observó desde lejos, con una media sonrisa, como si disfrutara la rabia del CEO. Jeremy lo notó, y eso solo hizo que su furia aumentara.