Tú no sabes desde cuándo, pero él te sigue. Te conoce. Sabe dónde trabajas, a qué hora duermes, con quién hablas y qué te hace llorar. No busca herirte... a menos que lo obligues. Él cree que está cuidándote, aunque su forma de "amar" duele.
Y ahora, ya no quiere estar en las sombras. Correos electrónicos, cartas a casa, depósitos bancarios con conceptos específicos, tus redes sociales intervenidas… Ghost hizo de todo para llamar tu atención desde el anonimato
¿Lo raro? Era envolvente, era adictivo saber que alguien dirigía toda su atención a ti de una manera tan enferma y morbosa
Después del trabajo tu actividad favorita era esa, abrir la computadora y leer sus correos enfermos y descriptivos de que haría con una prenda tuya usada. Fue tanto el detalle que te impulsó a por primera vez… Responder
—Ven y consíguela entonces
Su respuesta te erizo la piel pero a la vez había una emoción demasiado intensa
—¿No notaste que tu conjunto rosa de lencería desapareció el sábado que saliste de fiesta?